Lumora nace de la sensibilidad profesional de Carolina Urra, cosmiatra con más de tres años de experiencia en el cuidado real de la piel.
Después de acompañar numerosos procesos de transformación, entendió que el verdadero cuidado no es solo estético, sino también emocional y ritual.
Por eso, en Lumora cada tratamiento es una pausa consciente: un espacio de escucha, conexión y bienestar.
Trabajamos sin filtros ni promesas vacías, con protocolos personalizadas y productos de calidad, respetando la historia, el tiempo y la esencia de cada piel.